Scooter Braun habla de su etapa como representante, su relación actual con Justin Bieber y de su guerra con Taylor Swift
Durante años fue uno de los descubridores de talento más importantes de la industria musical, pero en 2023 decidió dejar atrás una etapa que le trajo tanto éxitos como polémicas públicas


La industria musical del siglo XXI no se entendería sin una persona que, aunque ha estado durante años en la sombra, ha copado cientos de titulares y ha provocado algunas de las polémicas más sonadas. Él es Scooter Braun (Nueva York, 43 años), quien fuera representante y descubridor de artistas tan importantes como Justin Bieber, Ariana Grande y Demi Lovato. Pero en su historial también hay una mancha que le ha estado persiguiendo incesantemente desde hace años y que parece ya haber quedado atrás: su nula y controvertida relación con Taylor Swift, considerada hasta hace un par de semanas su archienemiga. Una etapa que no ha sido ni agradable ni fácil —no hay que olvidar que a la artista la siguen millones de swifties dispuestos a apoyarla contra cualquiera que le perjudique— y tras las que parece buscar redención. Braun ha concedido esta semana una entrevista de casi dos horas al podcast The Diary of a CEO, donde ha hablado de todo y de todos, de su experiencia como representante e incluso de la polémica con la intérprete de Shake it Off.
Fue en 2023 cuando decidió dar un paso atrás y retirarse como representante de artistas para centrarse, según dijo, en su familia. En esta conversación ha itido sentirse culpable por haber trabajado con artistas jóvenes y con carreras prometedoras que tuvieron que lidiar desde el inicio con la presión mediática y que fueron “juzgados por todo el mundo a una edad muy temprana”. “Me siento culpable. No me había dado tiempo a mirarme a mí mismo ni hacer terapia hasta que fui mayor. No entendía que venían de entornos muy singulares, con sus propias historias, con sus propias familias y su infancia, creciendo de esta manera, siendo vistos y juzgados”, afirma Braun.
Él fue quien descubrió a Bieber en 2008, cuando el canadiense empezó a publicar vídeos en su canal de YouTube. Entonces el cantante tenía apenas 13 años y vio cómo su vida cambiaba drásticamente de un día para otro. Con Ariana Grande empezaría en 2013, cuando ella tenía 20 años y ya había participado en alguna que otra producción infantil, aunque su carrera aún tenía que despegar. Ambos artistas rompieron su contrato con Braun en 2023. “Poder trascender la infancia de la gente aclamando tu nombre y todo lo demás a ese nivel, y llegar a un punto en el que los artistas con los que he trabajado mantienen relaciones sanas con sus familias, y siguen superando dificultades, pero teniendo una experiencia humana, creo que es un testimonio de su fortaleza”, dice ahora sobre ellos.

También ha hablado más en detalle de su actual relación con Justin Bieber: “Logramos cosas increíbles. Estoy muy orgulloso de lo que logramos y siempre lo apoyo. No es lo mismo que era. Creo que estas cosas tienen altibajos. Llega un momento en el que entiendo que, probablemente, quiera seguir adelante. Trabajamos juntos durante tanto tiempo y tuvimos un éxito rotundo. Le respeto totalmente”. Asegura que no le molestó cuando Bieber le informó de su decisión de separar sus caminos profesionales: “No en ese momento. Llevaba un par de años sabiendo que yo quería hacer algo diferente. Quería descubrir quién era, quería experimentar con una carrera diferente”.
El presentador del podcast no duda en abordar la guerra que Braun protagonizó con Taylor Swift. Y él, no ha tenido problema en responder a todas las preguntas. Todo comenzó en 2018, cuando la de Pensilvania firmó un nuevo contrato con Universal Music y abandonó Big Machine Records, compañía con la que firmó un contrato a los 15 años y con la que publicó sus seis primeros discos. El entonces dueño de la empresa, Scott Borchetta, pasó a ser el propietario de todos los masters de Swift: sus canciones, grabaciones, derechos de autor y letras. Lo que no imaginó la artista en aquel momento era que no iba a tener la oportunidad de comprar ese catálogo y que, meses después, Braun se haría con la empresa y, por tanto, con todo su trabajo. Fue a partir de entonces cuando Swift decidió regrabar esos seis primeros discos para volver a ser la dueña de su trabajo.
“Pensé que sería algo emocionante. Sabía que Taylor y yo solo nos habíamos visto tres o cuatro veces. Me invitó a una fiesta privada y nos respetamos mutuamente. Luego empecé a representar a Kanye West y a Justin Bieber, y sabía que no se llevaba bien con ellos. Tenía la sensación, y ahí es donde entró mi arrogancia, de que probablemente no le gustaba porque yo era su representante, pero pensé que, una vez que se hiciera el anuncio, hablaría conmigo, me vería y trabajaríamos juntos”, explica siete años después del inicio de su enemistad. Esa conversación nunca ocurrió.
Cuando ella se enteró de esta compra, no dudó en publicar un mensaje en el que afirmaba que era “el peor escenario posible” después del “acoso incesante y manipulador” que recibió “durante años” por parte de Braun. “Me quedé en shock. No necesito recordarlo", responde contundente cuando le preguntan a él por aquel momento. Hoy dice estar “feliz” de que Swift haya conseguido recuperar su legado: “Ahora es dueña de toda su música, y eso es algo positivo”. Eso sí, no se la ha recomprado a él: en 2020, una empresa de capital riesgo llamada Shamrock se hizo con el catálogo. Es a esa a la que, ahora, se los ha comprado Swift. A pesar de que él parece no tener ningún problema con la artista, las cosas siguen tensas por su parte. “Taylor ahora es dueña de toda su música, y este momento finalmente sucedió a pesar de Scooter Braun, no gracias a él”, dijo una fuente cercana a Swift a la revista People tras el último golpe de efecto de la cantante.
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