El Alfonso XIII: el hotel de lujo de Sevilla que se comporta como un okupa
El Ayuntamiento reclama un millón de euros por impago del IBI de los tres últimos años a la empresa que gestiona el edificio municipal y rechaza la mediación propuesta

Las fricciones entre caseros e inquilinos son prácticamente inherentes a cualquier contrato de alquiler, ni siquiera se libran de los conflictos con los ayuntamientos, aunque su arrendatario sea un emblemático hotel de lujo. Lo sabe bien el consistorio de la ciudad de Sevilla que reclama a Starwood Alfonso XIII Hotel Company, la empresa que gestiona el establecimiento hotelero construido para la Exposición Universal de 1929, poco más de un millón de euros por el impago del IBI correspondiente a los tres últimos ejercicios.
Así se lo hizo saber la delegada de Patrimonio del Ayuntamiento hispalense a la empresa gestora, propiedad de la cadena Marriot Internacional, después de que esta solicitara la intercesión del Centro Español de Mediación (CEM) para tratar de llegar a un acuerdo sobre las cantidades exigidas por el consistorio en concepto de IBI. “No es posible atender a la solicitud de mediación, ya que la materia que da origen al conflicto planteado por la citada entidad es una materia indisponible que en ningún caso podrá ser objeto de mediación”, se comunicaba al CEM, dependiente de la Cámara de Comercio, en un acuerdo que fue aprobado por la Junta de Gobierno municipal el pasado 30 de mayo. Tras la negativa del consistorio, fuentes municipales y del hotel indican a este diario que la arrendataria se ha avenido a reconsiderar su postura y a negociar el pago de la deuda, aunque no hay ningún acuerdo cerrado todavía.
El Ayuntamiento de Sevilla es el titular del edificio que aloja al hotel de cinco estrellas cuyo contrato de arrendamiento fue adjudicado en 2008 a Cigahotel España -perteneciente a Starwood Hotels & Worldwide Inc- por un período de 35 años. La empresa, que ya estaba gestionando el inmueble, fue la única que se presentó al concurso. De acuerdo con los pliegos, la entidad se comprometió a pagar una renta de 1,5 millones durante los tres primeros años, que descendía a los 668.000 euros a partir del cuarto, además de invertir 20 millones en obras y destinar el 4% de las ventas anuales a la explotación y el mantenimiento.
“La Ley de Haciendas Locales establece que en los casos en los que las istraciones públicas tengan arrendados inmuebles, tienen que trasladar el IBI al arrendatario. Parece ser que la empresa no lo entiende así”, resumía la situación la semana pasada el delegado de Hacienda del Consistorio sevillano, Juan Bueno. El Ayuntamiento reclama al hotel 1.056.427,42 euros correspondiente al pago del IBI más el IVA de 2021-2022; 2022-2023 y 2023-2024. “Hemos rechazado la mediación, porque tenemos que defender el interés de los sevillanos y tenemos que aplicar la ley y defender que tendrá que pagarse el IBI por parte del Alfonso XIII. Entendemos que ese es el camino y la solución”, abundó Bueno.
No es lo único que se ha negado a pagar la empresa que gestiona el hotel. En mayo de 2023, tal y como informó Diario de Sevilla, la entidad comunicó a la Agencia Tributaria que se oponía al pago de las cantidades debidas en concepto de renta correspondiente al ejercicio 2023-2024. Entonces, en otro escrito del 24 de julio firmado por la delegada de Patrimonio, se rechazaba la reclamación de Starwood y se le exigía el abono de ese más de millón de euros que adeudaba por el impago del IBI de los últimos tres ejercicios. Se le daban 30 días para que ingresara esa cantidad, algo que todavía no ha hecho. La empresa que gestiona el hotel tampoco ha abonado este impuesto sobre bienes inmuebles al menos desde 2015, pero al tratarse de un gravamen que prescribe a los cuatro años, el Ayuntamiento no ha podido reclamar esas cantidades que ascienden a 1,7 millones.
Starwood acometió en 2012 la remodelación del hotel para adaptarlo a los requerimientos de accesibilidad, confort térmico y calidad del siglo XXI, para los que destinó 22 millones de euros -tal y como se comprometió en el contrato de arrendamiento-. La reforma, por la que se amplió el número de habitaciones hasta las 151 actuales, mantuvo intacto el edificio neomudéjar que diseñó el arquitecto sevillano José Espiau, fue declarado Bien de Interés Cultural en 1998 y forma parte del encanto que hace único a este establecimiento que fue y que dentro de tres años celebrará su centenario.
Inaugurado el 28 de abril de 1928, pasó a ser propiedad del Ayuntamiento de Sevilla un año después. Además de a de la realeza, aristócratas, políticos, escritores, músicos y actores, las paredes de este hotel también han albergado las protestas de una plantilla que se ha sentido desprotegida al estar a expensas, precisamente, de los distintos contratos de arrendamiento otorgados por el consistorio para garantizar su gestión como establecimiento de lujo. Las huelgas durante la década de los 90 llevaron a algunos partidos políticos a plantearse suspender la adjudicación, entonces en manos de Sheraton. En 2023, los trabajadores también alzaron la voz por su “precaria” situación laboral.
Desde la empresa que gestiona el Alfonso XIII han declinado dar su versión sobre el conflicto con el Ayuntamiento. Pese a que, aplicando de manera laxa la propia definición que el PP y Vox dan al término inquiokupa, la entidad arrendataria estaría incurriendo en uno de estos casos -aunque, en lugar de no pagar la renta a la que se comprometió en el contrato, lo que no abona es el IBI-, el Ayuntamiento de Sevilla prefiere tender puentes: “Siempre estamos abiertos con todas las partes con las que tenemos cualquier tipo de confrontación o de debate y estaremos siempre abiertos a hablar con ellos”, sostuvo el delegado de Hacienda, que, no obstante, se mantuvo firme: “Lo que no vamos [a hacer] es a renunciar a un derecho inalienable que le corresponde al pecunio de los sevillanos”. Las negociaciones para resolver el desacuerdo están abiertas.
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