Gráficos para entender el estado actual de la captación interna en Europa

La formación que las empresas dan a sus trabajadores se ha convertido en uno de los principales motores de desarrollo del talento en el mercado laboral. Ya sea esta pensada como formación capacitante a las personas que acaban de terminar su formación, u orientada a aquellas empleadas desde hace ya un tiempo en la empresa y que necesitan mejorar o ampliar sus habilidades.

La Unión Europea ha impulsado distintas iniciativas orientadas a incentivar este tipo de políticas internas de formación dentro de las empresas, algo vital en medio del contexto actual, marcado por la irrupción de nuevas tecnologías como la Inteligencia artificial, que está revolucionando todo el mercado de trabajo.

Según los datos del Eurostat, en 2020, último año del que se poseen datos, el 42,4% de las personas empleadas en la UE participaron en algún tipo de formación interna por parte de su empresa, lo que supone diez puntos más con respecto al año 2005, cuando se empezaron a publicar estos datos.

En lo que respecta a España, la evolución ha sido mucho más acelerada, ya que ese porcentaje de trabajadores que se involucraron en algún tipo de formación ha pasado del 33,3% en 2005, al 65% en 2020.

Sin embargo, las medias esconden un desarrollo desigual según el tamaño de las empresas. Por ejemplo, en 2020, el 54,5% sí tomaron alguna formación en las grandes empresas, en las pequeñas esa cifra no llegaba al 30%. En lo que respecta a las medianas, el porcentaje fue del 35%.

País por país la diferencia también varía según el tamaño de la empresa, pero hay algunos casos, como el de República Checa, en el que en todas las empresas, independientemente de su tamaño, más del 80% de los empleados participaron en las formaciones ofrecidas por sus empleadores.

En España, de las personas empleadas en pequeñas, medianas y grandes empresas, el 43,1%, 57,7% y el 84,6% se metieron en cursos y formaciones ofrecidos.

Por sectores, las cifras que son bastante homogéneas, si bien es cierto que destacan más las profesiones ligadas a las actividades relacionadas con la gestión de la información, tecnología, informática o las actividades financieras, y otras ligadas a sector servicios.

Los datos existentes también recogen la cantidad de empresas que contrataron a una persona después de haberle dado una formación básica en el marco de la formación técnica que estuviera cursando. Existen varias modalidades como las becas ligadas a estudiantes o también, una de las más conocidas de este tipo en España, las Formaciones en Centros de Trabajo, más comúnmente conocidas como “practicas”.

En la UE, de media, el 32,4% de las empresas contrató a una persona después de haberle dado este tipo de formaciones. Pero en este caso, por países, la cosa varía mucho. Por ejemplo, mientras que en Alemania el 58,6% de las empresas contrataron en 2020 a una persona después de darle la formación básica, en otros países como Grecia ese porcentaje se quedó en un escuálido 5,6%.

España se alineó más con Grecia que con Alemania, ya que únicamente el 11,1% de las empresas hicieron alguna contratación en estas circunstancias. Otros países que destacan en esta clasificación son Austria (43,9%), Países Bajos (41,6) o Dinamarca (38,8) en la parte alta de la lista, y Rumanía (3,5), Bulgaria (3,8) o Polonia (6,4) en el otro extremo.